lunes, 29 de junio de 2009

Dando vueltas sin pensar



No se si escucharon el discurso de la presidenta hoy a la tarde, con motivo del resultado de las elecciones legislativas. Allí explicó, a los bobos e ignorantes representados (nosotros), por qué una derrota no es una derrota, por qué el indec no manipula sus números y por qué la gripe porcina no es gripe ni es porcina.
Le enseñó a un periodista cómo hacer su trabajo y a tantos otros cómo disparar porcentajes sin tener idea de números. Retó a un ministro y mandó fruta con postales teñidas de pesos, dólares y reales.
Un caso donde la soberbia y la estupidez se complamentan en un chistoso monólogo que da más lástima que vergüenza.
Y me parece que la presidenta merece cierta atención. No porque desvaríe con acentos de alta costura y gestos dictatoriales, sino porque cree que nosotros le creemos.
Y que un chiflado confié en sus verdades está todo bien, incluso si los demás internados lo creen napoleón.
Ahora, que le chifle tanto el moño a la mina que nos gobierna ya produce alto grado de escozor.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy coherente Sr. que lee La Nación-on line.

martín dijo...

Es que los otros diaros le daban con un caño y quedaba demasiado tendencioso.