Ni cámara ni acción.

Por causas que desconocemos, el miércoles pasado (26 de marzo) no hubo luz en gran parte del centro de la ciudad. Parte porque nadie estaba seguro de ello algunos asistentes se atiborraron frente al bar anunciando a la cooperativa que nada iba a detener la famosa ingesta de birra. He aquí una captura de la calle 9 de Julio atiborrada de oscuridad:

La llegada de los concurrentes, que nunca habían estado tan ansiosos por un aster, comenzó junto a la luz de retroceso del auto de Lina, que junto a Chocho posaban para el fotógrafo.

Los frecuentes mensajes en los celulares de gente que preguntaba si había aster ya eran moneda corriente, la seriedad de lina auspiciaba una velada misteriosa:

Algunos dicen que había que asistir uniformado. Con chaleco y camisa a cuadros los animados concurrentes demostraban que estaban aturdidos de los últimos gritos de la moda:

Con la llegada de la luz la reunión se tornó apacible, un partido de fútbol era fiel soporte de las conversaciones que circularon desde las anécdotas del viaje a la cordillera, la gorra de Lanús que zafó de ser choreada, la invasión de jovencitas al abuelo en un bar del bolsón, la crisis del campo y sus porcentajes, un par de trucos de magia, un chiste pésimo con papel picado a tono, y una moza del norte que, en buenos términos, fulminó nuestra escasa caballerosidad.